De aquellos azahares

De aquellos azahares

Dra. Yolanda Reig-Otero, Doctora en Ciencias de la Alimentación

¡Quién fuera fruto del limonero para ser recitado por grandes poetas y cantantes! Y es que su fragancia, su arrugada y fresca piel, su color y sus maravillosas propiedades suscitan encontrados sentidos.

El Citrus x limón es el árbol que le acoge, crece en toda la zona mediterránea y fue traído a España por los árabes entre el año 1000 y 1150 dc. ¡Imposible concebir un huerto sin los tímidos limoneros! Normalmente escondidos entre las dulces clementinas y las sabrosas navel, se atreven a crecer con un tronco duro y corteza lisa, pero ojo, que nadie pretenda meterse con él porque sus largos y gruesos pinchos acechan entre las ramas.

Su madera de color amarillo es de grano fino, compacta y fácil de tallar. Sus hojas perennes, verde intenso y brillantes son muy sensibles a los cambios de temperatura, pero con un intenso y aromático olor a limón. Rompe una hoja en tus dedos y aprecia el toque ácido y dulce a la vez de sus aceites esenciales. Precisamente estos aceites de las hojas del limonero han sido utilizados en la medicina tradicional como remedio para muchas afecciones. No te vayas de Murcia sin probar sus aromáticos paparajotes, en Galicia llamadas Orejas de Carnaval.

La acidez del zumo se debe principalmente al ácido cítrico, el limón contiene de un 60-70% de los sólidos solubles (en el pomelo puede llegar a un 99% y en las naranjas hasta un 25%).

Compuestos bioactivos del limón y usos:

Los más importantes son la Vitamina C o ácido ascórbico, y los flavonoides.

La vitamina C muy conocida por sus propiedades antioxidantes, cada 100 gramos de zumo de limón contienen 31,5 miligramos de Vitamina C que corresponde al 53% de la ingesta diaria recomendada.

Los flavonoides más importantes son la hesperidina, la diosmina y la eriocitrina.

  • La hesperidina es la mayoritaria, representa un 68% del contenido total de flavonoides. Influye sobre la permeabilidad vascular, aumentando la resistencia capilar, con un efecto analgésico y antiinflamatorio, es también un efectivo antioxidante ya que captura los radicales libres de oxígeno, los cuales están implicados en la carcinogénesis.
  • La diosmina tiene importantes aplicaciones farmacológicas, siendo el componente activo de ciertas medicinas empleadas en el tratamiento enfermedades del sistema circulatorio: mejora el tono muscular, la resistencia vascular y las afecciones inflamatorias por lo que posee propiedades antiinflamatorias, antihemorroidales, antioxidantes, antiperoxidación lipídica, y de protección frente a radicales libres.
  • La eriocitrina se encuentra en muy pocos frutos cítricos exceptuando al linón y la lima. Se obtiene a partir de la piel y es utilizada en numerosos complejos multivitamínicos. Tiene la actividad más antioxidante de todos los flavonoides presentes y dada su gran estabilidad durante el procesado y almacenamiento, es utilizada en la preparación de productos alimenticios.

Aparte del valor alimenticio e industrial de su fruto, el limonero se cultiva por su importancia para la obtención de sus aceites esenciales con uso industrial como saborizante, aromatizante y cosmético.

Pero tiene también muchos usos más cotidianos ya conocidos por nuestras bisabuelas…

  • El zumo se ha utilizado como quita manchas, para limpiar ollas de cobre, para ¡blanquear pecas!, y en la alimentación para eliminar el olor fuerte del pescado. También se añade a las plantas de las macetas y se consigue que las flores aguanten más tiempo frescas.
  • El aceite extraído de su cáscara se utiliza para pulir muebles, detergentes, jabones y champús, y también en colonias.
  • El desecho del limón, el bagazo, deshidratado se utiliza como alimento para el ganado bovino por su alto contenido nutricional.
  • Y sus usos medicinales tradicionales son casi infinitos: diurético, antiescorbútico, astringente, alivia la estomatitis, gingivitis, laxante, preventivo del resfriado común junto con la miel, aunque cuidado: el uso diario puede erosionar el esmalte de los dientes.

¿Y las supuestas propiedades milagrosas de beber, en ayunas, un vaso de zumo de limón con agua templada todos los días? Eso lo dejaremos para otra entrada…