Las clementinas, un alimento inteligente

Las clementinas, un alimento inteligente

En cuanto llega el mes de octubre ya estoy deseando saborear las primeras clementinas. Mi organismo me lo pide, no sé si será porque necesita de sus enormes cualidades frente a la entrada del otoño e invierno.

 

Aunque en este mes la piel está más verde que naranja y puedo entender que los que no son de zona de huerta mediterránea las rechacen, mira en su interior, pártela por la mitad verás su intenso color naranja y podrás saborear una maravillosa fruta con unas propiedades increíbles.

Los primeros cítricos que se recolectan en España y que están en nuestras mesas son las variedades de las clementinas (Citrus clementina. Estas son pequeñas con sabor dulce y olor muy característico tremendamente intenso que impregna tus dedos durante un largo periodo de tiempo. Las naranjas (Citrus sinensis) engloban diversas variedades un poco más tardías, normalmente se encuentran en el mercado a mitad de noviembre y diciembre, de tamaño más grande, llenas de delicioso zumo anaranjado y fibra dietética.

Y es tan sabia la naturaleza que nos propone una fruta de temporada con unas determinadas propiedades justo cuando más las vamos a necesitar…y no solo su pulpa y zumo tienen cualidades, la piel, las pepitas, las flores, incluso sus hojas se utilizan en la medicina natural y en cosmética.

¿Cuáles son los componentes de esta fruta y sus propiedades nutricionales?

Aunque nos pareciera que las naranjas, las clementinas, los pomelos y los limones tienen los mismos componentes al pertenecer a la familia de los cítricos, ciertas diferencias les confieren propiedades ligeramente distintas.

En general tanto las naranjas como las clementinas son una fuente muy saludable de fibra dietética, vitamina C, vitamina A, folatos y antioxidantes.

Su composición principal son hidratos de carbono y agua y contienen una cantidad mínima de proteínas y grasa. Además son muy bajas en calorías.

Tres clementinas contienen una cantidad de fibra dietética que equivale aproximadamente el 26% de las recomendaciones diarias. Esta fibra está compuesta principalmente de peptina, celulosa, hemicelulosa y lignina,  cuyas principales propiedades se relacionan con el desarrollo de la flora intestinal.

Son ricas en Vitamina C, tres clementinas aportan el 100% de la ingesta recomendada de esta vitamina.

Pero determinados compuestos bioactivos como son los carotenoides y a ciertos compuestos fenólicos conocidos como flavonoides, los que confieren propiedades muy interesantes a las las clementinas. Estas propiedades son: poder antionxidante, antimicrobiano, antiinflamatorio, preventivo de la aterosclerosis, incluso anticancerígeno.

Uno de los flavonoides con más interés es la hesperidina. Contiene aproximadamente 8mg cada 100g, aunque en las naranjas es mayor su conteniendo, 22mg cada 100g.

La hesperidina de las naranjas y las clementinas se ha asociado con efectos protectores contra las enfermedades cardíacas. Estudios en humanos han encontrado que un consumo diario de zumo durante cuatro semanas puede reducir la presión sanguínea.

La mayor concentración de este flavonoide se encuentra en la piel y en la capa blanca entre la pulpa y la piel o albedo (con una concentración de diez veces superior). Por ello es recomendable si se hace zumo, apurar al máximo para llegar al albedo. Si se va a comer pelada, es preferible no quitar esta zona clara para beneficiarse lo máximo posible de sus propiedades.

Otro flavonoide de las clementinas es la naringinina, aunque se encuentra en concentraciones mayores en los pomelos, y está relacionado con su sabor amargo. Este flavonoide podría ser beneficioso para los pacientes de diabetes al favorecer que el hígado descomponga grasas y aumentar la sensibilidad a la insulina.

Todos los cítricos son ricos en carotenoides. Las clementinas contienen el doble que las naranjas, concretamente un carotenoide llamado beta-criptoxantina. Este componente es del tipo pro-vitamina A, lo que significa que pueden ser convertidos en el organismo en retinol o Vitamina A (esencial para asegurar el crecimiento de los tejidos, un adecuado funcionamiento del sistema inmune y la visión).

Las clementinas y otras frutas de la familia de los cítricos, contienen cantidades importantes de ácido cítrico y citratos que contribuyen a su sabor ácido. El ácido cítrico es capaz de potenciar la acción de la vitamina C, favorecer la absorción intestinal del calcio, y facilitar la eliminación de residuos tóxicos del organismo, como el ácido úrico. Hay investigaciones que indican que estos compuestos pueden ayudar a prevenir la formación de piedras en el riñón.

Por último, aunque las clementinas no son una fuente de hierro, la vitamina C y el ácido cítrico pueden incrementar la absorción del hierro en el tracto digestivo. Por ello cuando se consume alimentos ricos en hierro, las clementinas pueden ayudar a prevenir la anemia.

¿Tiene algún efecto adverso?

Qué podemos decirle en contra…pues muy poco.

Aunque las naranjas y clementinas no son consideradas como una fruta comúnmente alergénica, sí se han encontrado casos de reacciones adversas por su consumo.

Por otro lado, algunas personas que sufren de acidez de estómago o gastritis, pueden tener molestias después de consumirlas. En este caso, es mejor evitarlas, pero una forma de no perderse este superalimento es consumirlas a finales de temporada cuando son más dulces y se ha disminuido su contenido en ácido cítrico.

En resumen:

Los cítricos y en concreto las clementinas son una fuente importante de biocompuestos beneficiosos para la salud:

  • Contiene antioxidantes y fibra que reducen el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
  • Al ser una fuente en citratos y ácido cítrico, pueden prevenir la formación de piedras en el riñón.
  • No son ricas en hierro, pero consumidas junto a alimentos ricos en hierro contribuyen a la absorción del mismo y reduce el riesgo de anemia.
  • Hay poquísimos casos de alergia estudiados en la bibliografía. Es una de las frutas menos alergénicas.
  • Su consumo diario nos protege del estrés oxidativo y nos prepara contra las posibles infecciones y virus.

 

Son inteligentes ¿porqué?, por que la naturaleza nos las ofrece en el momento preciso que debemos tener preparadas nuestras defensas para la temporada de invierno.

Pero además de la pulpa y el zumo, las preparaciones como infusión de las hojas y sus flores, el azahar y los aceites esenciales obtenidos de la piel tienen propiedades muy interesantes…estas las veremos en otra entrada.

Fuente: Yolanda Reig en el blog alimentosparati